Cabecera e Politecnica Sostenible
06.02.2023
Ilustración: M. Luisa Mtz Muneta

Entrevista a los alumnos premiados por "Generación Clima" con su asistencia a la COP27

Entrevistamos al grupo de estudiantes universitarios Pablo Sánchez-Bayo, Ismail Sadeq Dfaili, María Sánchez-Bayo, Ana Belén Torrejón y la profesora de la UPM Julia Urquijo que fueron premiados por la iniciativa Generación Clima de MITECO con su asistencia a la COP27 por su proyecto Mapeo participativo del riesgo de inundaciones para favorecer la resiliencia urbana y la reducción de riesgo en Makeni, Sierra Leona”. 

¿Habíais pensado alguna vez que iríais tan jóvenes a una cumbre de tanta influencia como la COP27? ¿Cómo os sentisteis al llegar allí?

Pablo: La verdad, nunca pensé que podría estar en un evento de estas magnitudes. Normalmente se tiene la concepción de que las grandes cosas, los grandes eventos etc. son para gente fuera de serie, por eso al principio tenía la impresión de que estábamos, prácticamente, de carambola. Sin embargo, hay un trabajo importante detrás y eso me hace estar más orgulloso del equipo, saber que hemos podido participar en algo así a raíz de nuestro propio trabajo es muy gratificante. 

 

Cuando llegamos allí todavía estaba un poco conmocionado… Por una parte, emocionado por estar allí con mi equipo, y por otra, pensando cuál era el impacto medioambiental de estar allí y cuál era mi papel en todo esto

Ismail: A través de mis estudios en Relaciones Internacionales, he estado familiarizado con la política internacional, los organismos multilaterales y las conferencias que abordan problemáticas de calado internacional como la crisis climática. Sin embargo, nunca pensé que en un corto plazo podría asistir a una cumbre tan importante como la COP27. Al llegar me sentí un poco abrumado. Desde que fuimos seleccionados hasta que fuimos a la COP pasó muy poco tiempo y no me dio tiempo a asimilarlo. Una vez allí solo podía escuchar y tratar de aprender en un entorno con tanta actividad como aquel. 

 

María: Definitivamente no. Cuando veía en las noticias un evento de estas dimensiones, veía la gente que a la que entrevistaban y los veía muy lejos, con mucho recorrido y muy top. Siempre he sentido que como ingeniería mi trabajo es más directo, pero también más a pequeña escala, a escala de proyecto. Veía las cumbres como la COP como campos muy políticos. Ganar Generación Clima y poder asistir ha sido toda una experiencia llena de emociones de todos los colores. Al principio fue bastante abrumador, llegar a un lugar inmenso, con mucha gente y muchos eventos sucediendo al mismo tiempo. Nos llevó unos días entender cómo se movía todo aquello. Creo que nunca dimensionamos el alcance que tendría ganar una convocatoria como esta y llegar a un evento donde mirases donde mirases veías gente importante y reconocida. Sin duda ha sido una experiencia muy muy intensa y positiva.

 

Ana Belén: Nunca pensé que tendría la oportunidad de asistir a una cumbre, especialmente siendo joven, porque hasta ahora no han existido espacios de representación de la juventud en los procesos de toma de decisión a escala internacional, ni posibles referentes (dentro de las instituciones) en los que reflejarse y proyectarse hacia el futuro. Esta ha sido la primera cumbre que ha contado con un pabellón joven – el Youth Pavillion –. El que hayamos podido asistir a un evento de tales magnitudes es gracias al trabajo de activismo de otros jóvenes en los años previos para exigir representatividad, algo que me ha hecho sentir acompañada, agradecida y a la vez con un gran sentido de la responsabilidad de aprovechar al máximo la experiencia.

 

Julia: La verdad que yo tampoco había pensado que este tipo de reuniones internacionales eran accesibles para otro tipo de actores, las veía como muy políticas y de alto nivel, y, por tanto, inaccesibles. Ha sido una sorpresa ver la cantidad de personas de diferentes organizaciones e instituciones que asisten a una COP y la experiencia ha sido super interesante, inspiradora y motivadora, aunque la llegada fuera abrumadora por la cantidad de eventos y personas. Cuesta un par de días entender bien la dinámica de cómo funciona un evento de este tipo.

¿Qué factores individuales y como grupo son los que han hecho posible que recibierais el premio que os ha llevado hasta aquí?

 

Pablo: A nivel individual creo que el background de cada uno era un punto de partida importante, de alguna forma u otra, todos teníamos ambiciones previas que podían encajar con el programa del concurso. Como equipo, destacaría la capacidad de comprendernos unos a otros rápidamente y por supuesto, el compromiso que hemos tenido todos.

 

Ismail: A nivel grupal creo que la propuesta es muy consistente: está conectada directamente con una problemática identificada en terreno (las inundaciones); se ha formulado en un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático (Sierra Leona); se han propuestos alianzas con actores con los que ya conocemos y con los que hemos trabajado previamente (comunidades locales, autoridades formales e informales, Universidad de Makeni); la propuesta se apoya en un trabajo que se ha venido realizando este tiempo (formaciones en QGIS para funcionarios) y en tecnologías que se están presentes en terreno (telefonía móvil y QGIS); los resultados que plantea conseguir pueden ser un input muy positivo para el desarrollo de la región:; y es una propuesta realista, baja en costes, escalable, ampliable a otras problemáticas y replicable en contextos similares.

 

A nivel individual, creo que cada una de las personas aporta algo valioso e insustituible. Tanto las cualidades personales como profesionales de cada persona son diferentes a las del resto y complementa muy bien el trabajo de equipo. Gracias a esto, en un mismo equipo tenemos trabajo metódico, habilidades técnicas, capacidad de coordinación, creatividad, habilidades de comunicación, visión humanista, perspectiva de género, sensibilidad por las cuestiones culturales, religiosas, etc.

 

María: Creo que a nivel de grupo hemos congeniado muy bien. Tenemos una forma de trabajar muy dinámica y complementaria que nos ha permitido escucharnos y desarrollar una propuesta de manera creativa. Además de compañeras de trabajo, yo diría que también somos amigos y esa amistad se ha reforzado con el viaje a la COP. A nivel personal, cada uno tenemos una experiencia y formación diferente, pero unos intereses comunes. Al final, somos un equipo multidisciplinar miramos el proyecto desde puntos de vista distintos, pero con un mismo objetivo.

 

Ana Belén: creo que tres han sido los factores clave: a) una idea clara y basada en la experiencia en terreno de dos de los integrantes del equipo sobre los problemas de inundaciones que tienen lugar en Makeni; b) Contar con una tutora experta en adaptación al cambio climático y gestión de riesgo de desastres, conocedora de la ciencia ciudadana; c) La multidisciplinariedad de los componentes, ya que todos procedemos de áreas muy distintas y precisamente por ello teníamos visiones y aportes diferentes que enriquecían el proyecto.

Nuestro máster en Estrategias y Tecnologías para el Desarrollo: la Cooperación en un Mundo en Cambio (Conjunto entre UCM y UPM) nos aportó también conocimientos a la hora de darle forma al proyecto. Además, somos un equipo con paridad de género, otra cuestión que permite incluir más aristas en la problematización.

 

Julia: La clave de la propuesta presentada ha sido su carácter aplicado y realista. Responde a una problemática concreta, localizada en un país vulnerable al cambio climático cómo es Sierra Leona y propone una serie de soluciones para medir los impactos de las inundaciones que son accesible y están disponibles a nivel local, requiriendo la implicación de actores clave y la sociedad civil, lo cual contribuye a su apropiación. Las diferentes miradas, percepciones y conocimientos aportadas por cada uno han confluido en una propuesta innovadora y multidisciplinar sobre cómo afrontar la adaptación al cambio climático. El equipo que se ha formado para participar en esta iniciativa ha sido fantástico, nos hemos sabido entender y coordinar tanto para el trabajo como durante el viaje a la COP. La experiencia en su conjunto nos ha unido mucho y esperamos poder seguir trabajando juntos de aquí en adelante. Cómo docente, acompañar a estos 4 magníficos jóvenes ha sido muy enriquecedor para mí porque he podido ver de cerca su crecimiento tanto personal como profesional durante estos meses. Hay que acercar al profesorado universitario al alumnado, porque a veces nos perciben con cierta lejanía y eso no contribuye al aprendizaje. Y por otro lado, necesitamos entender mejor a los estudiantes para ajustarnos a sus necesidades e intereses mejor.

Contadnos, ¿qué es lo que hicisteis allí?

 

Pablo: Al principio fue básicamente enterarse de qué iba todo aquello, a pesar de estar más o menos informados, cuando llegas allí te das cuenta de que es mucho más complejo de lo que se proyecta hacia fuera. Una vez aclimatados, empezamos a comprender todos los mecanismos y negociaciones que formaban la COP. De forma paralela, tuvimos la oportunidad de participar en eventos, como ponentes incluso, y de charlar y tener reuniones con verdaderas eminencias de la ciencia, cambio climático, política etc.

 

Ismail: En primer lugar, ubicarnos. Se trataba de un tipo de evento con el que la mayoría no estábamos familiarizadas, en un país que desconocemos, en unas instalaciones gigantescas. Una vez conseguido esto, comenzamos a participar en diferentes eventos en el pabellón de España, al lado de otros actores como el Director de la AECID, embajadoras del Pacto Climático Europeo o enviados de la FAO o la ONU. También pudimos reunirnos con científicos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) o la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), con expertas en transición ecológica del MITECO y con los gobiernos de España y Sierra Leona, entre otras muchas personas. En estos espacios tuvimos la oportunidad de exponer nuestro proyecto o discutir sobre la crisis climática o aprender sobre el trabajo que realizaban nuestras interlocutoras. Entre mesas redondas y reuniones, también pudimos asistir al plenario, donde las diferentes delegaciones discutían algunas de las principales cuestiones sobre la crisis climática. En este proceso, fue muy importante el apoyo que nos dieron las personas de la Fundación Biodiversidad y la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), que nos facilitaron los espacios de encuentro y nos ayudaron en las cuestiones logísticas. 

 

María: Cuando llegamos lo primero fue entender qué estaba pasando. Como comentaba antes, llegar fue abrumador. Durante todo el día había más de 30 eventos a la vez, además de las negociaciones que sucedían de manera paralela a los eventos. Fue solo una semana, pero durante esa semana pudimos participar en diferentes eventos donde exponer y contar nuestro proyecto de Mapeando Makeni, así como entrar a distintas negociaciones o reunirnos con diferentes entidades y personas para conocer su trabajo de manera directa. Todo esto gracias al equipo de la delegación española, que siempre nos tuvieron muy en cuenta y estuvieron pendientes para que pudiéramos aprovechar nuestra estancia allí.

 

Ana Belén: Los objetivos principales de nuestra participación como parte de la delegación eran conocer una COP por dentro, dar a conocer el proyecto, y contactar con actores relevantes para el mismo. Durante nuestra estancia pudimos asistir a varias reuniones concertadas específicamente para nosotros con diferentes personas y organizaciones, como AEMET, la OMM, el Instituto de Transición Justa o el propio personal de la delegación, que se prestó a reunirse con nosotros en los huecos que tenían para explicarnos temas relevantes sobre las negociaciones. Pudimos compartir nuestro proyecto en dos ocasiones en el Pabellón de España y, finalmente, pudimos reunirnos con la delegación de Sierra Leona y exponerles nuestro proyecto. Además, pudimos conocer a otros jóvenes que habían asistido a la cumbre y sus proyectos. Nos trajimos de vuelta mucha inspiración y también amistades.

 

Julia: A mí me gustaría destacar el apoyo y la organización de nuestra participación en reuniones y seminarios por parte de la delegación del MITECO (con una mención muy especial para Teresa) y de la Fundación Biodiversidad, encargada del Pabellón de España. Su acompañamiento ha sido esencial para vivir la COP de una manera menos estresante, y su amabilidad para compartir sus conocimientos, explicarnos la forma en que funcionan las negociaciones y los temas principales a tratar en ellas, sin duda nos han enriquecido mucho la experiencia.

¿Qué es lo que más os llamó la atención de la cumbre? ¿lo que más os sorprendió?

 

Pablo: Lo que más me llamó la atención es lo complejo que es el mecanismo de toma de decisiones, y su lentitud, a pesar de la emergencia climática que se está viviendo. Aunque está claro que poner de acuerdo a casi 200 países no es fácil, sobre todo cuando cada uno tiene sus propios intereses. Por otra parte, una cosa que llama mucho la atención es la despreocupación total por la huella de carbono del propio evento cuando este debería ser un ejemplo de sostenibilidad, está claro que se puede mejorar.

 

Ismail: Me llamó la atención que la cumbre del clima se celebrase en una ciudad en mitad del desierto, en una especie de “Las Vegas” egipcia. ¿Cómo esta ciudad de 70.000 habitantes podía alojar a casi 40.000 personas, a las que hay que alimentar y dar de beber de manera sostenible? Desde luego, sorprendían los verdes jardines que se podían ver por la ciudad. Otra de las quejas frecuentes era la potencia de los aires acondicionados. Más de una persona terminó resfriándose en aquellas naves en el cálido desierto del Sinaí. 

Pensándolo bien, esto no sorprende tanto si tenemos en cuenta que Coca Cola fue uno de los patrocinadores del evento.

 

María: Lo poco sostenible que era todo allí. Empezando por el frío que hacía dentro de los edificios debido al aire acondicionado y siguiendo por las pocas ofertas de comida local, vegetariana y para personas con intolerancias, además de que la mayoría eran carísimas. Estábamos en medio del desierto, con abrigo y bufanda a mediodía. Por otro lado, me gustó mucho la diversidad que podías apreciar en cada rincón. Gente de todas las partes del mundo, fue increíble ver cómo muchas culturas se mezclaban en un mismo lugar sin miradas de extrañeza.

 

Ana Belén: Lo poco amigables que son este tipo de espacios para personas no normativas. Dentro de los recintos no existían barreras sonoras entre pabellones y veces era difícil poder entender lo que sucedía, no había luz natural por lo que perdías la noción del tiempo y experimentábamos cambios bruscos de temperatura constantes al movernos entre los pabellones y el exterior, por el aire acondicionado. También era difícil conseguir comida y la poca que había era excesivamente cara. Si queremos que la representación en estos espacios sea diversa, debe ser inclusiva para todo el mundo; también para personas que, por poner un ejemplo, se encuentren dentro del espectro autista.

 

Julia: La forma en la se debaten y toman las decisiones, sin duda es lo que más me ha llamado la atención porque una cosa es leer cómo se hace y otra verlo. Hay que destacar que cada aspecto o tema sobre el que se llega a un acuerdo está consensuado por todos los países y partes participantes, casi 200, de manera que cada paso hacia delante está plenamente legitimado. Esto explica la lentitud en la toma de decisiones a pesar de la emergencia climática que vivimos. Creo que es necesario explicar mejor la complejidad y carácter dinámico de estos procesos. 

 

¿Qué creéis que la comunidad universitaria (en cualquiera de sus grupos, estudiantes profesores, investigadores, gestores) puede aportar para ayudar a cumplir los objetivos de todas las COP y de los ODS en general?

 

Pablo: La educación sin duda alguna, es una de las palancas de cambio más importantes de la sociedad. En mi opinión, lo mejor que podemos hacer es educarnos poco a poco de que es necesario un cambio en nuestro estilo de vida, un estilo de vida que respete al entorno que nos rodea (y del que vivimos), a la par que mejora el bienestar de las personas que nos rodean.

 

Ismail: Creo que la comunidad universitaria puede ser un puente muy valioso para conectar los productos de la política (como son los ODS y la Agenda 2030) con la sociedad, la juventud, las familias y la realidad de las calles. La comunidad universitaria tiene la capacidad de trabajar con ambas partes: instituciones y sociedad. Para ello tiene herramientas muy importantes como son una capacidad de comunicarse, credibilidad y objetividad reconocida por sociedad e instituciones.

 

María: Sin duda, la educación tiene mucho que decir y que aportar. Al final es un medio para transmitir y fomentar las inquietudes respecto al cambio climático tanto de estudiantes como del personal. Al ser un espacio donde se permite el debate es un buen medio para transmitir la urgencia de la crisis climática y trabajar de manera transversal en soluciones sostenibles desde las distintas ramas del conocimiento y en las diferentes prácticas laborales.

 

Ana Belén:  La universidad, y concretamente la universidad pública, es un lugar muy especial y con una gran capacidad de transformación social. Cuando se habla sobre desarrollo humano, uno de los pilares básicos es la educación. Creo que esto no sólo es por los privilegios que implica a nivel individual el tener acceso a una educación superior, sino también por el aporte y enriquecimiento que provoca a nivel colectivo y social. Una sociedad que da oportunidades de desarrollo a las personas de manera igualitaria y permite la movilidad social, es una sociedad más justa, diversa y sostenible.

 

La lucha frente al cambio climático y por el desarrollo sostenible debe ir ligada al conocimiento científico. Es por esto que, como sociedad, creo que debemos apostar e invertir en investigación y en que nuestros investigadores tengan la posibilidad de desarrollar su carrera científica con una calidad de vida digna y no precaria. También que a ella pueda tener acceso todo el mundo, y no sólo las personas que puedan permitírselo. Además, el conocimiento científico es un bien público, por lo que las labores de divulgación son cruciales para que la ciudadanía pueda concienciarse y tomar acción.

 

Por último, la universidad como institución pública tiene la oportunidad de dar ejemplo dentro de sus propias instalaciones en términos de sostenibilidad, eficiencia energética, protección y fomento de espacios verdes e inclusivos, etc. En definitiva, aportar su granito de arena para hacer de nuestras ciudades y nuestro mundo un lugar más habitable y humano.

 

 

Julia: La comunidad universitaria juega un papel importantísimo en la lucha contra el cambio climático y debe estar involucrada no sólo en las investigaciones y estudios sobre mitigación, adaptación o impactos, sino también en este tipo de eventos internacionales donde tienen lugar los debates más actuales sobre el tema. Los/as estudiantes deben de ser más conscientes de la relación de su trabajo profesional con el cambio climático ya que todo está interrelacionado y desde esta concienciación es desde donde van a poder plantear acciones y soluciones más sostenibles en su desarrollo profesional en el futuro. Para esto, la docencia es clave. Por otro lado, a través de la investigación se pueden aportar soluciones innovadoras, integrales y prácticas para avanzar en la mitigación y adaptación al cambio climático, así como de manera más general a los ODS. Por último, los gestores también juegan un papel clave a la hora de apoyar proyectos y acciones sostenibles. Me sorprendió la participación de grupos de estudiantes universitarios que acuden a la COP a través de programas regulares de sus propias instituciones, y esto es una iniciativa que se podría apoyar desde la UPM.

Después de vivir esta experiencia y de ver en primer plano el impacto de los proyectos que salen de la Universidad ¿Qué les diríais a toda la comunidad universitaria de la UPM?

 

Pablo: ¡Que el esfuerzo (normalmente) tiene recompensa!

 

Ismail: Como estudiante universitario, siempre he infravalorado mi capacidad para hacer incidencia dentro y fuera de la universidad. Les diría a las y los estudiantes que confíen más en sí mismos, en sus compañeros y compañeras, y en la fuerza que tiene el trabajo en equipo. Es verdad que existen muchas barreras y resistencias para los pequeños cambios que podemos lograr. Sin embargo, tenemos el privilegio de vivir en esta parte del mundo donde tenemos medios y oportunidades para que se nos escuche, aunque solo sea a veces. Vamos a aprovecharlo. 

 

María: Que hagan lo que les apasione y que busquen trabajar en equipos con perfiles distintos.

 

Ana Belén: Creo que tenemos mucho conocimiento científico colectivo desaprovechado por falta de comunicación entre áreas y profesionales, quizás por la inercia del trabajo diario. Cuando se juntan a trabajar profesionales de áreas diferentes, como ha sido el caso de nuestro equipo, los resultados son mucho más enriquecedores y generan un mayor impacto. Creo que es especialmente potente cuando existen mayores sinergias entre las ciencias puras y las ciencias sociales y humanas.

 

Julia: Tanto el propio alumnado como el profesorado, debemos creer más en el potencial y en las capacidades de los jóvenes porque están muy bien preparados y valen mucho y que un equipo de esta universidad haya ganado está iniciativa es un ejemplo de ello. ¡Es necesario darles oportunidades para que puedan aprovecharlas!

Entrevistados: Pablo Sánchez-Bayo, Ismail Sadeq Dfaili, María Sánchez-Bayo, Ana Belén Torrejón y su profesora Julia Urquijo.

Entrevistadora: Pilar Villegas – Coordinadora de Sostenibilidad de la UPM

 

 

Para más información sobre el de resiliencia urbana y la reducción de riesgo en Makeni (Sierra Leona): Vídeo Makeni 

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