Cabecera e Politecnica Sostenible
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Entrevista a César García Aranda

César García Aranda, profesor y Subdirector de Calidad y Sostenibilidad en la ETSI de Topografía, Geodesia y Cartografía y Embajador del Pacto Europeo por el Clima, nos cuenta en esta entrevista su participación en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26)

Pregunta: ¿Qué impresiones tienes de la COP26?

Respuesta: Lo primero a destacar es que la conferencia de Glasgow ha sido la primera tras el inicio de la COVID, eso ha supuesto un reto para la organización, ciertas dificultades para asistir con normalidad para los participantes de muchos estados, y también, una sensación de urgencia y de necesidad de pasar de los ‘acuerdos’ a las acciones, como la misma Greta Thunberg resumió, menos ‘bla, bla, bla,…’.

En los primero días, se sentían las ganas de llegar a un buen acuerdo. El resultado final, con ciertos retoques de última hora, parece menos ambicioso de lo esperado. Pero también se puede leer como una vuelta de la agenda climática al centro de las políticas internacionales, un impulso para acelerar la revisión de los compromisos de cada país a corto plazo, y quizá lo más positivo, un mensaje claro hacia empresas e inversores de que el cambio climático va a ser el protagonista global de aquí a 2030. 

Este hecho puede acelerar, por ejemplo, el avance de las renovables, los cambios en la movilidad y el transporte, e introducir también la adaptación al cambio climático en las estrategias regionales.

¿Qué crees que ha faltado o impedido alcanzar un acuerdo más ambicioso?

Cada estado acude a la COP con sus propios intereses, el caso de la Unión Europea es una excepción porque negociamos como una agrupación de estados. Sin embargo, conviene pararse a pensar por un momento las diferencias que pueden existir entre países como India, Brasil, Rusia o Emiratos Árabes Unidos. A eso se ha sumado el efecto de la COVID19 y su impacto social y económico, todavía hay países que consideran que las políticas por el clima pueden ser un freno a su crecimiento económico. La Unión Europea quiere ser un referente en ese aspecto y hacer de nuestro modelo de desarrollo un ejemplo de sostenibilidad y respuesta frente al cambio climático para el resto del mundo.

En mi intervención quise destacar el rol de la UPM como dinamizador de otros agentes, y  como espacio de innovación para acelerar la transferencia de las soluciones a los ciudadanos

Con el acuerdo de la COP26, ¿cuáles son las proyecciones de calentamiento global (incremento de temperatura con respecto a la era pre-industrial) para 2050?

En este sentido, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) realizó una primera modelización a partir de los compromisos y acuerdos anunciados por cada uno de los Estados durante la COP26. Bajo esa previsión en 2050 podríamos estar en un escenario de aumento 1,8 oC de temperatura media global. Sin embargo, este análisis tendría que ser revisado para mayor precisión y asumir que se cumplen los anuncios dados por cada país.

Por tanto, con los datos actuales de emisiones y compromisos actuales, parece que nos podríamos mover entre 1,5 y 2 oC, asumiendo que lo que suceda de aquí a 2030 realmente marcará nuestro camino a futuro.

¿Qué participación han tenido las Universidades en la COP26?

La presencia de las universidades en la COP ha sido muy variada. En el tiempo que estuve en la conferencia encontraba a profesores e investigadores sobre todo participando en las diferentes sesiones y ponencias, aportando la visión científica o técnica. También tenían presencia como observadores, y esa figura es importante porque implica que en toda la COP existen participantes externos a los estados implicados que pueden seguir todos los procesos de debate y acuerdos, y velan porque todo se desarrolle con legalidad. Aunque también es cierto que en Glasgow ha habido muchas quejas de falta de acceso para los observadores a diversas salas y espacios de discusión.

¿Y cuál la UPM? ¿En qué actividades y eventos has participado como Embajador de la UPM en la COP26?

En mi caso, participé en uno de los denominados Side Events organizados por la Unión Europea en su pabellón dentro de la conferencia, bajo el título ‘Transforming climate solutions for business, cities and civil society in Europe & Latin America’. En la sesión tuvo lugar una mesa redonda entre varios ponentes como representantes de ayuntamientos, ONGs, asociaciones empresariales y universidades. En mi intervención, recopilando el trabajo y el papel de la universidad frente al cambio climático, quise destacar el rol de la UPM como facilitador y dinamizador de otros agentes, y al mismo tiempo, la universidad como espacio de innovación para acelerar la transferencia de las soluciones a los ciudadanos, por ejemplo, en la ciudad de Madrid.

¿Qué te ha parecido diferente entre la COP25 de Chile, celebrada en Madrid, y la COP26?

Mi experiencia en la COP25 de Chile celebrada en Madrid fue diferente, pues participé principalmente como asistente en la zona verde (abierta el público), y ahora he estado todo el tiempo en la zona azul (participantes registrados por la ONU). Una diferencia clave ha sido celebrar la COP en tiempos de pandemia por la COVID. Este hecho ha condicionado la asistencia y también ha dificultado la organización. Personalmente, he percibido que el movimiento social por el clima ha crecido, las manifestaciones que se vieron por las calles de Glasgow demostraron que la COP se ha convertido en el encuentro referente mundial para el activismo climático, y además, ese sentimiento no solo estaba en las calles, también se sentía dentro de la conferencia, pues muchos activistas también eran participantes registrados.

¿Cómo crees que la UPM puede acelerar su transición hacia su neutralidad en Carbono?

La UPM ha iniciado el camino, su estrategia es valiente y ambiciosa comparada con otras entidades públicas. Disponemos de mucha experiencia y conocimiento entre nuestros centros y personal. Ese activo hay que aprovecharlo al máximo y volcarlo hacia la transición de nuestra propia universidad. Un elemento fundamental será la mejora energética de nuestros edificios e instalaciones. También el transporte, al ser la Universidad un centro de trabajo y estudios que moviliza cada día a muchas personas que se desplazan por toda la ciudad y la región de Madrid. Sin olvidar otros flujos importantes, entre ellos la alimentación y la gestión de residuos. Y además, aprovechar nuestra capacidad de generar nuevos espacios naturales urbanos y consolidar los ya disponibles como sumideros de carbono.

¿Qué mensajes darías a nuestros estudiantes?

En primer lugar, que sean conscientes de que el cambio climático ya está aquí, y para ellos va a ser parte de su realidad laboral y personal en los próximos años. Por tanto es importante que se interesen y se formen lo más posible, sobre todo en aquella parte que más afecte a su perfil profesional. Además, hay muchas oportunidades en la propia UPM para participar en iniciativas, jornadas, formaciones, etc. Por otro lado, la Unión Europea está movilizando gran parte de fondos en este ámbito, y eso va a dar lugar a grandes oportunidades laborales.

En segundo lugar, todos somos responsables de lo que hacemos cada día y de cómo cambiando nuestros hábitos podemos ser más sostenibles. Los jóvenes, además pueden ser grandes agentes del cambio entre sus amigos y familias, incluso allí donde trabajen. La etapa universitaria es un momento vital ideal para desarrollar valores y compromisos como persona dentro de nuestra sociedad.

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