Para ella, nuestro mundo no es diferente, pero, sin embargo, nos comportamos como si todos los recursos fuesen ilimitados. Las generaciones que hemos entrado en este siglo, nos hemos formado y vivido en una economía lineal que extraía sin control, producía contaminando, era consumista y desechaba todo lo que podía. Como consecuencia de ello, se verificaba una destrucción de los ecosistemas y de la naturaleza primigenia y, aun sabiendo todo esto, seguimos basando nuestra existencia en una economía lineal.

Además, la Fundación Ellen MacArthur, encuadrada en políticas de sostenibilidad, se relaciona con buena parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, si no todos. Una y otros no sólo son compatibles, sino que se presentan como políticas claras de mejora del mundo en que vivimos.

Pero no hay que olvidar que la Economía Circular (ODS 12) como tal, es economía, sometida a las leyes del mercado libre, que se diferencia de la lineal en la forma de producir y consumir, desmaterializando y descarbonizando las actividades inherentes a la misma, bajo el principio de igualdad entre mujeres y hombres (ODS 5).

Si en lugar de esa economía de “usar y tirar”, los productos y materiales los mantenemos en uso el mayor tiempo posible, se podrá regenerar la Naturaleza (ODS 6, 7,12, 14 y 15). Esta forma de economía no se agota, aprovecha la innovación y la creatividad e induce un crecimiento a largo plazo mientras hace del mundo un lugar mejor (ODS 8, 9).

La Fundación Ellen MacArthur, referente en la lucha contra todo aquello que no es regenerable, aborda cuatro grandes líneas de investigación y de participación, alineadas claramente con los Objetivos de Desarrollo sostenible (ODS):

•           La iniciativa de alimentos, que reúne y estimula a los actores clave del sector para hacer sostenible el sistema de producción y consumo de comida o despilfarro alimentario (ODS 1, 2, 12)
•          La iniciativa Nueva Economía del Plástico, que persigue la reducción del uso de este material (ODS 12)
•           Una nueva economía textil: rediseñando el futuro de la moda, germen de la campaña Make Fashion Circular, que analiza y promueve la necesidad de la transformación hacia un sistema que utilice mejores materiales, promueva la producción sostenible y fomente la reutilización de recursos dentro del sector textil (ODS 8,9,12)
•           Lucha frente al cambio climático a través de los principios de la economía circular para la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y otros elementos contaminantes (ODS 6, 7, 13)

La Economía Circular debe su proyección en Europa a esta mujer comprometida por salvar el planeta y hacerlo más habitable para el año 2050. Sus compromisos con organismos internacionales son amplios y marcan las tendencias de las medidas ambientales a tomar a nivel global (ODS 17). Impulsa “iniciativas sistémicas” dentro del proyecto Mainstream, en colaboración con el Foro Económico Mundial. Artífice de la creación del primer tratado internacional jurídicamente vinculante contra la contaminación por plásticos. También es miembro del Club de Roma y de la junta de la Plataforma para la Aceleración de la Economía Circular en colaboración con el Foro Económico Mundial, además de otras muchas menciones y premios.